Se nos hace tan difícil sentir, se nos hace tan fácil
soltar, lo que no vemos es que “soltar” es la acción que tomamos por miedo a
sentir.
Cuando decimos que no estamos abiertos a los sentimientos,
que no estamos listos para amar, que tenemos bloqueado esto, por cuales sean
las razones que exponemos para justificar dicha sentencia en nuestras vidas,
estamos expresando a todo pulmón que somos unos “cobardes emocionales”.
Es importante que tengamos claros que este miedo no se
limita a los sentimientos, normalmente tenemos miedo en todos los sentidos, miedo
para realizar nuevas ideas, proponernos nuevas metas, dar un paso solos sin
ayuda, para ser padres o madres, miedo para ser buenos hijos, para amar y ser
buenos novios o esposos, miedo para estar solos y para estar acompañados, miedo
para ser exitosos y hasta para fracasar… el miedo que nos hace ser cobardes nos
cierra cada una de las puertas en cada aspecto de nuestras vidas.
Luego nos preguntamos ¿por qué no soy feliz o porque me sale
todo mal?... pues la respuesta está en nosotros mismos, ¿quizás es falta de
seguridad? ¿quizás es una actitud aprendida desde la niñez?... esas respuestas
deberíamos encontrarlas dentro de nosotros, revisar nuestro interior para
detectar la razón por la que tenemos este miedo… Aunque, eso no es lo más importante,
lo importante es ¿QUE VAMOS HACER PARA CAMBIAR ESTO? …. Esa es la pregunta, la
única y más importante pregunta que debemos hacernos.
Antes de contestar esa pregunta debemos vernos en el lugar
que estamos, y como quisiéramos relacionarnos con los demás. La empatía es tan
importante para aprender a amarnos a nosotros mismos, aunque parezca que es
solo para entender la posición o sentimientos de los demás; cuando logramos ser empáticos es
porque logramos entendernos y amarnos a nosotros mismos.
Dicen que las personas que se aprenden a conocer a sí
mismas, que se aman así mismas se convierten en seres egoístas, pues en parte difiero
de esa afirmación, puede que sí, que debemos aprender a ser egoístas para poder
darnos lo que merecemos, porque de tanto pensar en otros no logramos llegar a
conocernos a nosotros mismos, y quizás ahí radique una de las razones por la
que tenemos miedos; vamos a una hipótesis… si desde niños nos dijeron que
hacer, si desde niños nos hicieron todo, si desde niños nos negaron y nos
sentenciaron a cómo vamos a ser o como serían nuestras vidas en un futuro, ya
sea minimizándonos o creándonos altos estándares, ¿pues es probable que nos
pasemos la vida con aquella sentencia encima y que en cada paso que demos sentir
el temor o de cumplir aquella expectativa impuesta por nuestros mayores o de
“decepcionarlos”?. No sé si me doy a
entender, igual resumo la hipótesis; nos pasamos la vida tratando de complacer
a otros que nos olvidamos de complacernos a nosotros mismos, y es ahí donde
quizás sea importante volvernos egoístas. En ese momento donde nos visualizamos
tratando de complacer lo que nuestros padres nos sentenciaron a que deberíamos
ser, o a nuestros amigos, o parejas, o la misma sociedad, ahí, es donde si
entiendo debemos ser egoístas, y no pensar en lo que ellos quieren o esperan,
sino en nuestra propia necesidad, la interna, en eso que nos da miedo a sentir,
pero que es lo que realmente importa.
Ahora bien, luego de expresar esta hipótesis me gustaría
tocar dos puntos que surgieron en ella, el primero es, continuando con lo del
egoísmo, que no debemos olvidar que este egoísmo no trata de olvidarnos de los
demás, NO, este egoísmo es el necesario para lograr nosotros estar bien con
nosotros, ya que si no estamos bien con nosotros, como vamos a poder estar bien
con los demás, si, aunque suene a cliché, es así, para poder dar debemos tener,
si no que carajo vamos a dar?. Debemos entendernos para entender a los demás,
debemos admirarnos para poder admirar a los demás, debemos luchar por nosotros
para poder luchar por los demás, debemos cuidarnos para poder cuidar a los
demás, debemos amarnos para poder amar a los demás. Simple!
Dicho esto, vamos al otro punto, la “decepción”, dicen que
si nos creamos expectativas sobre las cosas o los demás es cuando recibimos las
decepciones, que para no decepcionarte lo mejor es no esperar nada de nadie. En
parte, sí, es lo mejor, no esperar nada de nadie, pero cuidado con esto, los
miedosos lo utilizan para escudarse y poder correr de las responsabilidades, ya
que si no espero nada de nadie, no deben esperar nada de mí y puedo “salir sin
que nadie se dé cuenta”. Lo principal es que no esperar no quiere decir que
debemos ser iguales, que debemos entender que el otro no espera, NO, esto no es
lo que se quiere lograr, lo que se quiere lograr es que las personas aprender a
DAR, no a esperar, dicho de otra manera y con ejemplo: Imagina que recibes un
regalo, algo que te gusta mucho y alguien que te aprecia te lo obsequia, te emocionas
y te sientes agradecido, esa persona sin ningún interés de recibir algo a
cambio quiso agradarte… entonces… lo ideal es que ese agradecimiento, ese
sentimiento que te invadió al recibir ese regalo sea la motivación en lo adelante
para con esa persona, que haya un vínculo entre ustedes por ese gesto, que
puede desarrollarse de varias maneras, en una buena amistad si aún no la había,
o en un sentimiento mayor, o quizás en que un día estés paseando por la calle
El Conde y te encuentres con algo que te recuerde a esa persona, y decides
llevarle eso para mostrarle que ella también es importante para ti. Cualquiera
de estas acciones mencionado antes significa DAR, lo importante es que lo que
salga se haga sin interés, se haga por un sentimiento, no por un compromiso o
por una obligación intrínseca generada luego de haber recibido ese regalo, si
lo que sentimos hacia esa persona es compromiso u obligación, pues el problema
no es esa persona o el obsequio que te hizo, el problema eres TU.
Si, al final todo se reduce a uno mismo, el problema es cómo
nosotros vemos y sentimos las cosas, no son los demás, si vamos por la vida
pensando que los demás siempre esperan y que no debemos esperar nada, pues
somos nosotros los que creamos barreras, no los demás, y si todos al mismo
tiempo tumbamos esas barreas, que simple y sencilla fluiría la vida! Se
acabarían de inmediato los miedos! Seriamos libres y no existirían más los
cobardes emocionales.
Para finalizar el tema de las expectativas, estas son buenas
cuando solo la tenemos hacia nosotros mismos, nosotros somos los responsables
de nuestras propias vidas, de nuestro entorno, de nuestro éxito en cualquier
ámbito, no los demás, ir por ahí diciendo que “todo se daña cuando nos hacemos
expectativas sobre otros y no se cumplen” es totalmente correcto, porque el
primer error es que no tenemos que estar pensando en el otro, solo en nosotros,
si pensamos en como nosotros debemos sentir y hacer, y cada quien lo hace, pues
nada se “dañaría”.
Sentir es algo natural en los seres vivos, hasta las plantas
sienten, ¿porque empecinarnos en bloquear lo natural? ¿porque ir en contra de
la propia naturaleza? Piénsalo, es ir en contra de ti mismo, haz lo que
sientas, vive como sientas, encuentra como quieres vivir, eso que quieres para
ti y tómalo! Si no funciona, pues aprende de eso, del porque no funcionó de esa
manera, e inténtalo de otra, u otra cosa, no tengas miedo, no permitas que los
tropiezos o que otras personas que no saben o no quieren también sentir, te
hagan perder el mejor sentimiento que existe en el mundo, que es aprender a
amarte a ti y a como relacionarte con los demás con ese amor que ya llevas
dentro.
Be Happy! J
JPL
Comentarios