Aunque parezca el tema de una canción, o el inicio de un quot
para subir a las redes, se trata de una afirmación que deberá ser sencillo en
nuestras vidas aceptarla. En esta etapa de mi vida cuento a mi alrededor con una
cantidad de personas a las que les ha tocado, de alguna manera, volver a
empezar algo en sus vidas, muchos han demostrado resistencia, otros rabia,
otros lo toman de una manera más depresiva y derrotista, y hasta alocada, pero al
final, cuando toca… toca, no importa el tiempo o la edad, y de nada vale no
querer aceptar, que en la vida, siempre se vuelve a empezar algo.
Este escrito es algo especial para mí, hace unos años, una
vez más, me tocó volver a empezar una vida casi completa, y hace casi dos
meses, comencé nuevamente, otra etapa. A veces nos cuesta darnos cuenta de que
eso pasa, tomamos los cambios como “situaciones desafortunadas” o “tropiezos”,
y la verdad es que aunque quizás en principio se siente así, lo que estamos
viviendo es el inicio de una OPORTUNIDAD. Aceptar y abrazar la misma es el comienzo
de convertirnos en una nueva persona consiente de su presente y abierta a lo
que traiga el futuro, a una nueva experiencia, la clave está en eso, en como lo
tomes y en como acciones ante esa oportunidad.
Hace unos meses conversaba con un amigo sobre esa
resistencia a dejar “costumbres” (uy! muy difícil soltar costumbres), ese amigo
me comentaba que a veces sentía que había perdido, se sentía derrotado por la
noción de tener que dejar atrás una vida conocida, le costaba aceptar ese
cambio que se le venía encima, pero en realidad lo que el sentía era el miedo
de volver a empezar, ese miedo causado por la ceguera de no querer ver una
nueva oportunidad en su camino, vamos a decirlo de esta manera para citar un
frase cliché, el miedo de “querer cerrar puertas y abrir algunas nuevas”. En la
costumbre se sienta la conformidad, o el confort de lo conocido, de lo
cotidiano, de lo seguro, tan pronto perdemos esa seguridad y nos vemos con un
espacio abierto y con la posibilidad de caminar en otra dirección sin tener la certeza
de cuál, pues es lógico que nos envolvamos en sentimientos de frustración, de negación,
por no conocer qué pasará con nuestras vidas en lo delante fuera de nuestra
zona de confort, a veces por no saber manejar la situación y no poder
visualizar el futuro (nadie tiene una bola de cristal para esto), pues tomamos decisiones
equivocadas, tendemos a ser drásticos y derrotistas, o tendemos a movernos a
una velocidad más rápida y sin pensar o sentirlo de verdad, hacia algo que en
ese momento nos da la falsa esperanza de sentirnos tan seguros como nos sentíamos
antes.
Mi experiencia ha sido quizás muy amplia en este sentido,
por eso me atrevo a escribir sobre el tema, mis “volver a empezar” iniciaron
muy joven, esos cambios que me llevaban a entrar a nuevas puertas y vivir
cambios bruscos en mi vida, con el tiempo fui aprendiendo de cada una de estas
etapas, fui entendiendo que cada comienzo significaba algo nuevo y bueno para
mi vida y que si se necesitaba algún luto para despedir la etapa anterior, no debía
demorar mucho, lo necesario es iniciar con el proceso de aceptar que viene un
nuevo comienzo y darse esa oportunidad.
La vida se trata de eso, del siguiente paso, de la siguiente
etapa, las personas, los lugares, los trabajos, todos pueden ser ciclos, no
necesariamente deben caminar contigo toda tu vida, cuando entendamos eso vamos
a encontrar menos traumático el cambio, vamos a sentirnos positivos cuando nos
toque algo que consideramos desafortunado, vamos a tener más coraje para cerrar
y abrir nuevas puertas, y esto es muy importante que lo aprendamos a manejar,
porque algo que también me ha tocado aprender con mis experiencias, es que a
veces no nos damos cuenta que en nuestra lucha por no soltar o no saber cómo
volver a empezar, pues hacemos daño a otros, nos llevamos de encuentro a
personas que quizás no era necesario herirlas. Lo mejor es que cuando nos toque
un nuevo comienzo en cualquier ámbito de nuestras vidas, tratemos de no
involucrar a otros hasta tanto no estemos seguros, y hasta que no encontremos ese
balance en nuestras emociones, porque aunque quizás para unos sea más fácil que
para otros, las emociones son difíciles de controlar, y podemos a veces dejar
que ellas actúen solas y luego no saber cómo afrontar las consecuencias. Algo
que me ha funcionado bastante, aunque algunos no lo entiendan, es quedarme sola
para lograr encontrar ese balance de emociones, el mejor amigo de cada quien,
es uno mismo, alejarnos y hacer consultas con uno mismo sobre lo que pasó y el próximo
paso, es algo muy importante que recomiendo al cien por ciento, principalmente
si así como yo, son personas altamente emocionales. Las experiencias te van
ayudando a manejar las emociones, aun así es mejor hacerlo solos. Con esto no
quiero decir que se queden solos, el ser humano no se creó para la soledad,
pero si es necesario que se aprenda a vivir consigo mismo de vez en cuando, es
la única manera de aprender a conocerse a fondo y manejarse.
Mi recomendación, si durante sus vidas no les ha llegado la
oportunidad de volver a empezar algo desde cero, pues ustedes mismos deberían darse
esa oportunidad aunque sea con algo pequeño, dar un paso fuera de la zona de
confort, perder el miedo a soltar lo conocido, un lugar nuevo, un nuevo
negocio, nuevos círculos de personas, nueva música, hasta quizás una nueva
ciudad para vivir!. Y cuando te toque por destino, sin buscarlo, dar un paso a
algo nuevo, pues asúmelo, acéptalo, suelta lo anterior, respira… y vuelve a
empezar.
Be Happy! J
JPL
Comentarios